Cuando José Miguel Martínez Gázquez se identifica como «primatólogo en formación» casi siempre debe repetirlo una segunda vez: «Sí, sí, primatólogo». Y es que el apasionante mundo de la primatología es un terreno aún muy inexplorado en nuestro país y son escasos los trabajos en esta línea de conocimiento que nos ayuda a conocer mejor nuestra propia historia evolutiva. Hoy hablamos con el José Miguel, autor actualmente en plena campaña de crowdfunding, para que nos dé más pistas sobre «Los aprendices de brujo. Y los orígenes culturales de los primates», su ensayo sobre primatología que pronto verá la luz.
– José Miguel, háblanos sobre la inspiración que ha hecho posible este ensayo sobre primatología ¿Qué caminos te han traído a abordar este tema?
Ha habido varios caminos: El primero es el de la divulgación sobre la evolución en primates humanos y no humanos -en redes y a través del blog-, y luego éste dio lugar a que terminase cogiendo un segundo camino, que es el de formarme como primatólogo. Aparcar mi trabajo como neurorrehabilitador para poder formarme en esto ha sido (y es) todo un viaje y toda una experiencia que se hizo aún más intensa durante el confinamiento.
Creo que, tal y como le pasó a la inmensa mayoría de nosotros, fue un momento en el que, además de la incertidumbre y el miedo que sufrimos, surgieron muchísimas ideas, pues hacer planes o imaginar proyectos siempre es un buen refugio al que acudir cuando las cosas no van bien. Este libro es una de esas ideas.
– Hablas del análisis cladístico como una herramienta clave para sumergirse en nuestra historia evolutiva ¿Podrías explicarnos en qué consiste exactamente?
La cladística es un enfoque de clasificación en Biología, o una disciplina dentro de ésta, en el que los organismos se clasifican en grupos -clados- según las hipótesis de la ascendencia común más reciente. La evidencia de las relaciones hipotéticas son típicamente características derivadas compartidas que no están presentes en grupos y ancestros más distantes…
– ¡Uf…! (Risas)
Vale, Vale… Digamos que la cladística estudia los rasgos comunes y derivados -novedosos- de las especies, qué cosas tenemos en común o qué no, y sirve para determinar las relaciones evolutivas entre los organismos basándose en los carácteres relativamente derivados. Un carácter derivado es aquel que se ha originado a partir de un carácter primitivo y, en nuestro caso, hablaremos de elementos presentes en el aprendizaje social y en la evolución cultural. No en rasgos físicos, sino en elementos de las conductas de los organismos de manera similar a los estudios cladísticos en Antropología y Arqueología.
– La transmisión cultural es un tema central en tu obra, sobre todo en lo que respecta a cómo el conocimiento y la información perduran a través del tiempo ¿Qué ejemplos más visibles encontramos?
Este libro, al igual que cualquier otro, es una forma de transmitir cultura inmaterial -a través del lenguaje, de las historias- de manera material, gracias a la invención de la escritura y de la imprenta.
Desde las primeras fases del lenguaje hablado, pongamos anterior a los 350.000 años, hasta los primeros pasos de la protoescritura -hace 9.000 años-, de la escritura -hace 6.000 años, cuando comienza la Historia- y de la imprenta moderna -hace casi 600 años-, se puede observar una aceleración de invenciones, de hitos y por supuesto, de cultura acumulativa.
La gran ventaja de esta acumulación de conocimiento es que cuando yo ya no esté aquí, como infinidad de autores, el libro seguirá estando y podrá acompañar momentos de avidez, curiosidad o aburrimiento de quien lo lea y darle una idea para escribir o influir de otra manera, como iniciar su camino en esta disciplina. Es informar a alguien en diferido y se trata de una gran ventaja en términos de ahorro de tiempo y de personal.
Otro aspecto fantástico es que no partimos de cero, tenemos la ventaja de que nos instruyen desde pequeños en muchísimos aspectos de la vida y, creo, es una de nuestras claves como especie: hemos ido ampliando nuestras primeras etapas y hemos requerido de mucha ayuda, de mucha instrucción, durante estas. Por eso, somos animales eminentemente culturales, dentro de un orden animal, el de los primates, que también muestra sensibilidad hacia la transmisión cultural.
– ¿Cuánto tiempo te ha llevado la investigación de la que bebe este ensayo sobre primatología?
Llevo 3 años investigando a fondo este tema en concreto y bastantes más estudiando otros aspectos similares o relacionados con la Primatología y Antropología, pero el resultado es un resumen de ese viaje que, digamos, dura 5 años desde que comencé a divulgar a través de dergolem.blog y en redes sociales.
– Mencionas la influencia del antropólogo Michael Walker en el inicio de tu viaje sobre este tema. ¿Esa influencia es visible también en el desarrollo de tu obra?
A Walker lo conocí en una visita guiada que hice siendo un aficionado en 2018 a Cueva Negra (Caravaca De la Cruz, Murcia), de la que ha sido director del yacimiento durante muchos años, y luego coincidí con él cuando nos visitó en 2021 mientras yo participaba en la campaña paleontológica de Cueva Victoria (Cartagena, Murcia), devolviendo él la visita en una situación que no me esperaba y que me alegró mucho. Es decir, no fui consciente de que dicha conversación de 10 minutos que mantuvimos en 2018 me dio pinceladas sobre la expansión de la corteza parietal, sobre la coevolución genético-cultural, sobre la evolución tecnológica del fuego o sobre los orígenes gestuales del lenguaje en grandes simios, y que todo ello me llevaría a reencontrarme con él 3 años más tarde, pero ya como alguien que empezaba a pertenecer a su mundillo. Luego está la importancia del cuidado del patrimonio de la Región de Murcia que, siendo yo de la tierra, me veo en la necesidad de dar a conocer, reivindicar y proteger de los gobiernos locales, precisamente por tener como ejemplo a la figura de Michael Walker.
– ¿Cómo valorarías las obras existentes sobre primatología en castellano frente a los trabajos que emanan de otros países?
Es, sobre todo, escasa. Si comparas la bibliografía en castellano sobre primates con la que existe en otros idiomas, como el inglés, se convierte en insignificante. No producimos, ni aquí ni en Latinoamerica. Sin embargo, voy a destacar dos obras que me parecen fundamentales. Como ya sabéis este libro pretende coger el testigo de la obra de Jordi Sabater Pi, concretamente «El chimpancé y los orígenes de la cultura» de 1978. Esto quiere decir que llevamos sin hablar de tradiciones culturales en primates, al menos en castellano y de manera específica, desde hace más de 40 años. Por otro lado, el otro libro que destacaría sería el de mi mentor, Miquel Llorente, y su monográfico «Primates», un manual que nos acerca a todos los aspectos que debemos conocer de nuestros parientes más cercanos a todos aquellos que desean especializarse en el tema. Son pocas obras, pero fundamentales.
– ¿Podrías adelantarnos algunos aspectos novedosos que encontraremos sobre este tema en tu libro y que no son abordados en otros?
Hay algunos aspectos que nos fascinan y que producen mucho debate en este campo. ¿Son las tradiciones conductuales en animales, culturales o preculturales? ¿Hasta qué punto copia un comportamiento un animal no humano? ¿Imita o emula? Como soy un mar de dudas ya adelanto que el libro abre más debate que lo que llega a zanjar porque quiero alimentar la curiosidad.
Por ejemplo, un planteamiento que creo novedoso es relacionar todos estos aspectos del aprendizaje social, incluidos los propios sesgos, o algunos procesos propios de la adquisición cultural, como la innovación, poniendo como ejemplos tradiciones en primates no humanos. El caso más famoso quizá sea el de los macacos de la isla de Koshima (Japón), donde una macaco hembra llamada Imo comenzó a innovar un comportamiento que no se había registrado con anterioridad, como es el de lavar la comida -en este caso boniatos- antes de comérsela. Fue la primera en hacerlo y al cabo de 10 años todos los macacos de la isla habían aprendido este nuevo comportamiento, con las ventajas que se le asumen. Esta historia comenzó en 1953, por lo que se cumplen también 70 años desde este estudio de campo -en estado natural- que fue el primer caso observado de tradición en primates no humanos.
Otros casos de tradiciones implican industria lítica, como se ha observado en capuchinos, en chimpancés y en los macacos cangrejeros. El caso de los capuchinos es bastante peculiar porque sabemos que mantienen esta tradición de trabajar las piedras, usarlas para machacar nueces en el molino -que no puede ser una roca cualquiera- y enseñar a los especímenes más jóvenes a hacer lo mismo…desde hace cientos de generaciones. Lo sabemos porque existe registro arqueológico o etnoprimatológico de la evolución del uso y el trabajo de estas piedras. Por último, otra novedad del libro creo que puede ser la de contarlo a modo de ensayo. No se trata de un manual, aunque maneje bibliografía científica, porque considero que la mejor manera de introducir a la gente en el tema es que entiendan cada caso que expongo como una pequeña historia de la evolución en la que nos podemos ver reflejados.
– Como psicólogo y primatólogo en formación, ¿Ha sido tarea fácil combinar tus experiencias con primates no humanos y tus conocimientos en el campo de la psicología para hacer este libro?
Nunca es fácil dar el paso para escribir un libro y mucho menos si se trata del primero. Siempre he sido un lector ávido por conocer cualquier tema, pues todo resulta interesante y fascinante pero claro, el reto es crear o alimentar esa curiosidad. Creo que la divulgación tiene la responsabilidad no solo de contrastar fuentes y trabajar con la evidencia, sino de crear nuevos eslabones de la transmisión cultural que recojan el testigo en el futuro. Sea como especialistas en el tema, sea como aficionados o como lectores que disfrutan de una lectura agradable.
Otro reto, creo, es el de hacer un libro que honre a ambas disciplinas. No escribir uno que sea un gancho comercial inmediato, que luego lo leas en profundidad y decidas calzar la mesa con él, o que simplemente no envejezca bien. En el campo de todas las disciplinas que trabajan con la Teoría de la Evolución, sean estas Primatología, Antropología, Biología o, incluso, Psicología nos podemos encontrar obras muy populares pero que nadie termina recomendando por los sesgos ideológicos de cada cual. Por eso, creo que la gran aliada de cualquier divulgador es la evidencia, más allá de la disciplina que toque.
– Estás en plena campaña de crowdfunding para hacer este libro posible ¿Qué ha sido lo más gratificante como autor hasta ahora?
Ver el recibimiento que ha tenido por parte de mi sector, tanto de la Primatología como de la Psicología. La inmensa mayoría de los mecenas se dedican a esto, a veces confluyendo ambas en algún caso particular como me ocurre a mí y, sinceramente, es un aliciente que me emociona muchísimo.
– ¿Qué les dirías a los más rezagados para que sumen al proyecto?
Que me acompañen en esta aventura, que es la de todos nosotros, la de nuestros orígenes lejanos y no tan lejanos, y que disfrutarán de este viaje que me ha apasionado tanto como lo he hecho yo escribiéndolo.
Deseamos suerte a José Miguel en lo que queda de campaña y a ti, futuro mecenas, prepárate para revelaciones que nunca imaginaste sobre nuestros parientes más cercanos en el reino animal. ¡Hazte mecenas en su página de campaña y reserva tu ejemplar!