Icono del sitio Blog de Libros.com

Rafael Gutiérrez, librero en La buena letra: «Somos librerías independientes y tenemos que…

https://open.spotify.com/episode/6r6ZiYkIQsSETLzniT3inM

Diciembre 2019. El diario El Comercio de Gijón informa que la librería La Buena Letra y su propietario, Rafael Gutiérrez, han sido galardonados con el Premio María Elvira Muñiz de Promoción de la lectura «por sus diez años de incesante defensa de los libros».

La noticia está ilustrada con una foto de Rafael, cómodamente sentado en un sillón en su librería, y entre sus manos tiene un libro: «Yo soy de Quini». El destino es caprichoso.

Hoy, agosto de 2020, hablo con Rafael y entre mis manos tengo un libro: «Quini. Del secuestro a la libertad». Este fue escrito en 1981, a seis manos y en mi casa de Barcelona. Los autores: Enrique Castro, Quini; Enrique García y un servidor. El prólogo corrió a cargo del maestro Manuel Vázquez Montalbán.

Libros y fútbol.

Pero hoy vamos a hablar de libros, librerías, autores, editoriales y sobre todo de lectores, de buenos lectores. Rafael se considera más lector que librero, pero en realidad es un emprendedor y un activista que hace 11 años desarrolló un proyecto y que hoy lo ha convertido en «referencia cultural de Gijón».

Es presidente de la Asociación de Librerías del Principado y tiene claro que los libros se tienen que presentar en las librerías y que «en la mía no están los libros de los famosos televisivos».

Y va más lejos: «El escaparate de una librería es la visión, la línea, la labor de un librero». Rafael recuerda a otro Rafael, Chirbes, con el que mantuvo una relación epistolar y como reconocimiento al autor valenciano bautizó su librería con el título de una de sus novelas: «La buena letra».

Rafael Chirbes y Rafael Gutiérrez, los dos, fueron profesores. Uno en Fez (Marruecos) y el otro en Gijón. Gutiérrez recuerda las palabras, los textos de Chirbes: «La buena letra es el disfraz de la mentira».

Y nosotros releemos a Rafael, Chirbes, en una edición de Anagrama de 2016 donde el propio escritor ha suprimido su último capítulo y aclara que es «un arrepentimiento del autor».

Salir de la versión móvil