«No queremos ser expendedores, no queremos poner o ver un libro en una cinta de un supermercado junto a las latas de conservas o el gel de baño. El libro no es un objeto, el libro tiene un significado. Nosotros somos libreros prescriptores».
Esta es la filosofía que Miguel y David se plantearon y defienden. Hace seis años se unieron y abrieron las puertas de su librería en Tudela: Letras a la taza.
Y parece que lo han conseguido.
Fertxo Sanz, miembro de la comunidad de lectores que frecuenta la librería, ha comentado en Google: «Increíble todo lo que el equipo de Letras hace por sus clientes. Es mucho más que una librería y es mucho más que una cafetería. Sus exposiciones y actividades animan a mayores y pequeños, de forma gratuita. Gracias por hacernos la cultura tan agradablemente cercana».
Letras a la taza está a tan sólo 50 metros de la Plaza de los Fueros, el centro neurálgico de Tudela. Pero lo más importante de la librería de Miguel y David es que en tan solo seis años ya tienen un fondo de más de 24.000 libros.
Y, además, un excelente café que ayuda a ojear, ver, tocar y hablar de libros entre la comunidad que han ido creando alrededor de Letras a la taza. De ahí el nombre de la librería.
Miguel y David son dos emprendedores que un día, tras llevar algunos años trabajando en una librería, decidieron tener la suya, la propia, aquella donde pudieran «decir no a los libros que te quieren colocar o imponer las grandes editoriales».
También decidieron que apoyarían a las editoriales independientes y a los autores que empiezan, que se buscan un camino. Además, el dúo de Letras a la taza también se han embarcado en una revista: Magazine Cultural.
Ellos mantienen que lo importante es «encontrar el maridaje perfecto entre cultura y ocio».
Y lo han conseguido. Letras a la taza se ha convertido en un referente cultural de Tudela gracias a sus exposiciones, conciertos, talleres de lectura y escritura.