Hace unos días os contábamos en otra entrada cómo era el inicio de nuestro proceso de producción y cuáles eran los primeros pasos que dábamos para editar un libro. Hoy continuamos, y llegaremos hasta los instantes previos a la venta y distribución del libro. Vamos allá.
Corregido el texto, este pasará a la cola de maquetación. Nuestro compañero Álvaro —lleva con nosotros más de cuatro años y 300 libros maquetados— se encargará de dar forma al texto y adaptarlo al formato de publicación que tenga el libro en cuestión. La persona encargada de la producción del libro calcula una estimación de cuándo estará lista la primera maqueta, pero como ya hemos comentado más de una vez, la edición no es proceso lineal, simple, por lo que puede que la estimación se cumpla antes o después; dependemos también de otros libros, y a veces hay títulos que dan más trabajo del esperado.
Terminada la maquetación, el autor recibe un PDF con el libro maquetado y también varias propuestas de cubierta. En esa comunicación se adjuntará una ficha de cambios en la que, siguiendo los ejemplos que te ponemos en ella, el autor puede comunicarnos posibles cambios una vez que haya revisado la maqueta.
Completada la ficha de cambios que te comentábamos, el autor envía por correo electrónico este documento a la persona responsable de la producción del libro. Esta persona revisará los cambios, verá si son correctos y se los pasará a nuestro maquetador para que los inserte. Hecho esto, asignaremos un nuevo corrector para el libro, que se encargará de leer de nuevo la obra entera y corregir cualquier errata que aún quede de la primera revisión. Todos nuestros libros pasan, al menos, por dos correctores, para reducir al mínimo el margen de error.
El informe de última lectura incluye aquellas modificaciones que el segundo corrector cree convenientes. En la mayoría de los casos son cuestiones para unificar términos, alguna errata que queda… No suelen ser cambios relevantes, por lo que se introducen en maqueta. Con todo, si hubiera algún cambio que alterara el contenido, siempre se pone en conocimiento del autor. Queremos ser transparentes, siempre.
Lista la última lectura e insertados los cambios de la última lectura, generaremos un PDF que enviamos al autor para que revise. Si hubiera cualquier elemento a modificar, el autor debe transmitirlo al responsable de producción. Es muy importante en este punto que el autor tome el tiempo que necesite para revisar: no es un paso para tomar a la ligera.
Mientras, en la editorial, generaremos la edición digital del libro, acción que nos sirve para hacer una nueva revisión del título. Finalizado este paso, pediremos a imprenta las pruebas, para ver cómo se plasma en papel lo que hasta ahora sólo hemos visto en pantalla. La editorial se encargará de supervisar las pruebas y ver que cumple con los criterios de calidad necesarios. En casos excepcionales, sobre todo, cuando son libros de ilustración o fotografía, la editorial proporciona estas pruebas también al autor para acordar ambas partes el resultado final deseado.
Con el visto bueno a las pruebas de imprenta, daremos orden de impresión. Es un proceso que, según la complejidad del libro y la carga de trabajo que haya en imprenta, puede ir de cinco a quince días hábiles. Cuando lleguemos a este punto, el responsable de producción pone al autor en contacto con la persona que te guiará a partir de este punto, y con la que verás cuestiones como venta, distribución, presentación o liquidaciones. Pero eso es ya otra historia, que también contaremos en otra entrada.
Si conoces a alguien que quiera publicar un libro, o estás leyendo esto y eres autor, no lo dudes, podéis enviar vuestra propuesta a través del siguiente enlace: https://libros.com/publicar-libro/