‘Factor AfD’, de Andreu Jerez y Franco Delle Donne, ofrece las claves para entender la entrada de AfD en el Bundestag
Alternativa para Alemania –Alternative für Deutschland-, así se llama el partido que ha provocado un terremoto político en el país germano tras los comicios del domingo. La ultraderecha vuelve al Bundestag por la puerta grande: tercera fuerza política. Los partidos hegemónicos a derecha e izquierda del arco parlamentario (CDU y SPD) han cosechado su peor resultado desde 1949, aunque eso no impedirá a Merkel reeditar su mandato. Y ya van cuatro.
Pero ¿quiénes son realmente estos nuevos inquilinos del parlamento alemán? A la cabeza de la formación, Alice Weidel y Alexander Gauland. La primera, doctora en Economía con una larga experiencia en la empresa privada, donde destaca su paso por el banco de inversión Goldman Sachs. Gauland, por su parte, es exmilitante de la CDU de Merkel donde llegó a ocupar una secretaría de Estado bajo la presidencia del primer ministro democristiano Walter Wallman en Hessen. Ahora bien, hablar de AfD es hablar de peleas tribales e intestinas. La lucha entre facciones ha sido un elemento fundamental para entender su idiosincrasia.
Si hacemos bien preguntándonos quienes son estos nuevos inquilinos, debemos también tratar de responder a la pregunta ¿quién los ha puesto allí? ¿quién vota a AfD? La respuesta no es sencilla. No hay un dibujo claro que identifique al votante de AfD. Si bien la formación obtiene mayores cuotas de voto en la Alemania Oriental (antigua RDA), en la Alemania occidental supera la barrera del 5% en todos los Länder, llegando incluso a dobles figuras en Bayern o Baden-Württenberg. La media de edad del votante se sitúa en los 48 años, por lo que son amplios estratos sociales y no únicamente gente mayor quien se decanta por la ultraderecha. Por último, si bien el 22% de su electorado está en paro, casi un porcentaje idéntico es trabajador por cuenta ajena, un 10% de funcionarios y un 13 de autónomos.
¿Cómo han llegado hasta aquí? Si algo caracteriza a la joven formación de ultraderecha es el dominio de la comunicación política. Durante su último mandato, la canciller Angela Merkel aludía de forma recurrente al mismo término para explicar buena parte de sus políticas: alternativlos (sin alternativa). Así, hacía ver a propios y extraños que no existía otro camino a seguir. Pronto desapareció del discurso. Había surgido Alternativa para Alemania (AfD). Con ello, el marco que legitimaría su discurso: la amenaza latente. La ultraderecha forja su discurso político a través de la instrumentalización del miedo de la sociedad en general o de partes de ella. La llegada masiva de refugiados, una inminente crisis económica en la zona euro o la competencia por puestos de trabajo con los inmigrantes que llegan a Alemania buscando un futuro mejor.
Estas son sólo algunas pinceladas de un fenómeno que recorre Europa y toma en Alemania la forma de AfD. Andreu Jerez y Franco delle Donne son dos reputados periodistas y politólogos que se han atrevido a hacer lo que nadie antes había hecho: el primer libro en castellano sobre la ultraderecha alemana. El libro que no te puedes perder para entender el presente y futuro de la locomotora de Europa. Hazte con tu ejemplar de ‘Factor AfD’.