Ainhoa García
Si como yo, has nacido en los años 80 o 90 seguramente la educación sexual que has recibido se ha basado en la anticoncepción. O dicho de otra manera, no has aprendido mucho sobre fertilidad. Si eres mujer y has tenido suerte en el colegio te explicarían un día de qué iba aquello de tener la regla… Y si eres hombre es probable que palabras como endometriosis, síndrome premenstrual o citología te suenen a chino mandarino.
La mayoría de nosotras sabíamos que la píldora era el método más eficaz para evitar embarazos, que siempre teníamos que tener preservativos a mano o cómo ir a un centro de planificación familiar si necesitábamos tomarnos la píldora del día después.
Pero ¿cuánto aprendimos sobre el ciclo menstrual? ¿Cuántas de nosotras hemos asumido reglas dolorosas como normales? ¿Cuántas de nosotras no hacíamos revisiones ginecológicas periódicas desde edades tempranas?
Desafortunadamente la mayoría de personas de nuestra generación hemos crecido sin mucha información sobre fertilidad. Así que si al terminar este artículo has aprendido algo nuevo te animo a reflexionar y actuar en consecuencia. Aquí van ocho datos sobre fertilidad que probablemente no conocías:
El pico fértil de una mujer es alrededor de los 20 años.
Desde un punto de vista biológico alrededor de los 20 años la fertilidad se encuentra en su pico máximo. En esta etapa las posibilidades de conseguir un embarazo de manera espontánea son muy elevadas debido a un número elevado de óvulos y a la calidad de los mismos.
Las mujeres nacemos con un número finito de óvulos.
Cada mujer nace con aproximadamente un millón de ovocitos en sus ovarios. Este número va disminuyendo, poco a poco desde la pubertad hasta la menopausia. A lo largo de la vida, la mujer tendrá unas 450 menstruaciones y en cada ciclo únicamente un óvulo conseguirá madurar, el resto se degradan sin alcanzar la madurez y así llegamos a los 45-55 años con la reserva prácticamente vacía.
A partir de los 35 la fertilidad de la mujer va en declive.
A partir de los 30 se comienza a experimentar una disminución en la fertilidad de la mujer y las posibilidades de quedarse embarazada de manera espontánea van disminuyendo hasta llegar a los 35, cuando se produce un gran declive, que es mucho más acusado al traspasar la frontera de los 40.
La calidad espermática ha disminuido progresivamente en las últimas décadas.
Varios estudios han confirmado que existe una disminución de la calidad del semen en los países desarrollados en las últimas décadas. Es más, el descenso progresivo en el número y concentración de espermatozoides es mayor del esperado, y lejos de mostrar signos de estabilización, amenaza con convertirse en un problema mayor que transciende la salud reproductiva del varón. Esta disminución se ha relacionado con hábitos de vida y factores medioambientales, en especial con la exposición a disruptores hormonales en el período fetal y por la exposición a sustancias químicas, pesticidas o tóxicos en la edad adulta.
Se considera normal concebir en el transcurso de un año de relaciones sexuales no protegidas.
Muchas personas se sorprenden si la concepción no ocurre en los primeros ciclos de la búsqueda de embarazo, pero la realidad es que las mujeres que se quedan embarazadas enseguida son una minoría. De media las parejas fértiles tienen que esperar seis meses hasta que se produce el embarazo. Incluso es muy frecuente que el embarazo llegue al año o año y medio de búsqueda y esto está dentro de la salud y la normalidad.
La edad media de las españolas en tener su primer hijo es de 31,8 años.
Según el INE la edad media del primer hijo de las españolas se sitúa alrededor de los 32 años. En la década de los 90, la media estaba en 26 años. En una sociedad adaptada a la biología de la fertilidad, con conciliación real, sin brecha salarial y con flexibilidad de horarios, sería posible hacer caso a la ciencia, que nos indica que la edad ideal de una mujer para concebir está entre los 20 y los 30 años. Sin embargo, la situación socioeconómica y laboral de España está lejos de ofrecer a las mujeres la posibilidad de ser madre antes de los 30.
Una de cada seis parejas en edad fértil tiene dificultades para concebir.
En España se estima que alrededor de un 15% de las parejas en edad reproductiva tienen problemas de fertilidad y el número de personas que recurren a técnicas de reproducción asistida aumenta constantemente. Una de las paradojas que se repite cada año es que, a pesar de que los nacimientos globales decrecen, aumenta el número de niños que nacen gracias a los tratamientos de reproducción asistida.
En fertilidad e infertilidad, casi todo el mundo miente.
Casi seguro que la mayoría habéis escuchado alguna vez que fulanita y menganito se quedaron a la primera… Pues bueno, lo cierto es que, en fertilidad e infertilidad, la mayoría de la gente miente. Y no es de extrañar ya que la información que tenemos sobre fertilidad es casi siempre sesgada e inexacta.
En resumidas cuentas, la especie humana tiene un potencial reproductivo bajo y el anhelado embarazo con o sin tratamiento de reproducción asistida en muchas ocasiones llega más tarde de lo planeado.
¿Mi consejo? Comparte en tu comunidad lo que hayas aprendido para conseguir que la sociedad se familiarice con la fertilidad. Ah y no te esperes a los cuarenta para ser madre, porque no, en reproducción los cuarenta no son los nuevos treinta.
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